Un informe clínico, dentro del campo de la psiquiatría, se realiza exclusivamente con fines diagnósticos y terapéuticos; el profesional que lo realiza se orienta hacia la emisión de un juicio clínico. Así, es cada vez más frecuente ver como al final de los informes se añade un párrafo en el que se especifica que ese informe ha sido realizado con fines clínicos, orientados únicamente hacia la realización de un tratamiento y se señala, además, que la información que se ha recogido es la proporcionada por el paciente y que el informe carece de cualquier validez pericial.
La finalidad de un informe pericial no consiste en emitir un juicio clínico, es un dictamen en el que se trata de dar respuesta a las cuestiones concretas que se sustancian dentro de un proceso judicial. En un informe pericial no se emite una opinión sobre algo, se realizan razonamientos que llevan a unas conclusiones; estos razonamientos son públicos para, de esta forma, permitir la réplica y la disconformidad que sobre ellos puedan tener otros peritos. Las deducciones a las que se llega, en un informe pericial, deben estar sólidamente fundamentadas ya que al perito se le solicitarán explicaciones sobre todas las cuestiones que sean objeto del dictamen que ha realizado.
Pese a que cualquier médico puede emitir un informe pericial es conveniente que la pericia sea realizada por un especialista en el área que se juzga; en el caso de la psiquiatría, por sus especiales características, es difícilmente justificable que no sea un psiquiatra quien realice informes concernientes a las patologías referentes a la salud mental. Además de ser especialista en psiquiatría, quien realiza una prueba pericial debe conocer la metodología de ésta y tener conocimientos del derecho para poder saber en qué ámbito legal se desenvuelve, sobre qué cuestiones se le está preguntando y, teniendo todo esto en cuenta, que conteste con rigor y precisión a ellas.
Un buen informe pericial es, por todo ello, de crucial importancia ya que ilustrará al juez sobre las cuestiones técnicas que se abordan en él y, por tanto, será determinarte sobre las decisiones que el juzgador pueda tomar. En un informe clínico no se aborda la relación entre la situación clínica y los hechos que se juzgan; por contra, en el informe pericial esta relación debe ser clarificada y argumentada.
Un informe pericial psiquiátrico, elaborado según las especificidades del caso concreto, es una base esencial para la buena consecución de una demanda. Con frecuencia es subestimada la importancia que un adecuado informe pericial psiquiátrico y psicológico posee.
Por último, es importante señalar la necesidad de que el perito, que ha realizado el informe, tenga una buena capacidad para realizar una concisa y buena exposición en el juicio oral. Las aptitudes y competencias para poder dar respuestas a las preguntas que las partes y, en su caso, el juez puedan realizar son esenciales en el quehacer de un perito judicial.
Psiquiatra- Psicoterapeuta – Perito Judicial
Especializado en el trabajo con personas afectadas por acontecimientos traumáticos